Entre a tercer semestre, otro vez un nuevo
salón, varios de mi viejo salón habían quedado en mi salón de
administración, me pareció bien,
rápidamente hice más amigos y lo mejor de todo, ya no tenía a mi hermana en la
escuela, se había graduado y no tendría que estarla viendo todos los días en la
escuela.
Mi maestra de capacitación es la mejor, me
agrada mucho, nos entiende y es muy comprensible y además es nuestra tutora
desde entonces.
En ese semestre empecé a no entrar a muchas
clases, me quedaba jugando voleibol con
mis amigos.
Recuerdo que una vez fuimos al sol del niño,
y vimos una película en el imax se trataba de átomos creo, era de biología casi
no le puse atención a la película, era aburrida y el 3D no se me hizo entretenido.
Pero fuimos al simulador de huracanes y me gustó mucho ese, y a todo lo que
había ahí. Después jugamos fútbol contra otros salones u otras escuelas que
estaban ahí, fue divertido.
Una vez de la escuela nos fuimos al arrollo
hondo, fue divertido, ahí fue cuando me di cuenta que con ese salón me
divertiría mucho, estuvimos ahí como 3 horas y ya no teníamos como regresarnos,
no cupimos en el carro, así que tuve que llamarle a mi mama para que pasara por
nosotros y estábamos todos mojados, mi mama se enojó conmigo por eso, porque
iban mojados.
Por lo menos una vez a la semana, nos íbamos
a comer flautas saliendo a la plaza, parecía una nueva tradición, la de comer
flautas. También en ese semestre empezó mi terror, la materia odiada y la
maestra odiada por todos, física con la maestra Paula Chig, fue lo peor darme
cuenta lo difícil que es su materia, sus exámenes que parece que los hace con
odio, pero aun así no me fue tan mal. Otra materia que batalle fue literatura
leer libros, eso no es lo mío, no se me da eso de leer, reprobé el primer
parcial y me di cuenta que tenía que esforzarme, en los siguientes parciales
saque nueves y me hizo un examen de recuperación, en el cual saque 8.5, me
quede a .5 de exentar la materia.
Llego diciembre y como rápidamente todos nos
hicimos amigos, hicimos una posada, estuvo muy suave, cantamos nos divertimos
mucho, comimos, bailamos y tomamos un poco.
Llegaron los semestrales y esta vez hice casi
todos, empecé a ir hacia abajo, pero en los semestrales me fue muy bien y recupere
calificación.
Y así es como se fue otro semestre más, ya
llevaba la mitad de la preparatoria, había pasado muy rápido todo, pero aún
faltaban tres semestres por disfrutar.
Por García Ruano
Jorge Arturo
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