Empieza cuarto, ya conozco como es todo, de
nuevo a la escuela, pensando ahora que sorpresas me llevare, y si me lleve una
al enterarme de quien era mi maestro de matemáticas, el Miyagi, el peor para
enseñar.
En ese semestre no entra a demasiadas clases
estuve al borde de reprobar por faltas, por jugar mucho voleibol, me encantaba
quedarme jugando retas, apostar una soda contra la otra reta. Recuerdo que
había una obra de teatro a la cual teníamos que ir y hacer un reporte para
ganar un punto extra en literatura, compre el boleto, la profe me apunto, pero
no fui a la obra, y simplemente me apoye con los reportes de otros amigos para
hacer el mío, fue una pequeña trampa.
Lo peor era leer los libros, que para mí eran
aburridos, casi una tortura leerlos y después del reporte te sientes como que
por fin acabe, y al siguiente parcial otro libro, ojala pudiéramos escoger los
libros de nuestro gusto.
Un mañana nos tocaba matemáticas teníamos que
hacer un trabajo individual que valía 2 puntos, no le entendí y le pregunte a
mi compañero de a un lado ¿hey como le hiciste? Y el profesor me dijo –que no
entiende que es individual- y le
conteste- es que no le entiendo profesor-
así que me bajo un punto y no me
revisó el trabajo, entonces tuve 3 puntos menos, en ese parcial saque 5,
empezando mal el semestre.
No fue la única materia que empecé mal,
también en física, que cambio la forma de calificar, casi todo eran exámenes y
no pude pasarla, por eso reprobé el primer parcial con un 4. Hubo una carrera,
fui a correr solo porque la maestra Claudia nos daría un punto extra en su
clase, gano uno de otro municipio y en segundo quedo un compañero de la
escuela.
En el tercer parcial tenía prácticamente
reprobada la materia de física, por eso deje de entrar a todo el tercer parcial
a su clase y me dedique a echarle ganas
a matemáticas, ocupaba un 8 para pasar, hice todos los trabajos, me porte bien
para que no saliera con que me quita puntos, llego la última semana y el
profesor me dice que tengo 7 faltas en el último parcial, siempre me decía que
me reprobaría y me decía sarcásticamente que era su estudiante favorito, aun
así no reprobé por faltas, cuando dio las calificaciones me sorprendió tanto
que me pusiera un 4, fui con Cardiel y aun así no pude hacer nada, me había ido
a título en matemáticas y en física, por lo menos me dedicaría solo a estudiar
esas dos materias, porque había exentado todas las demás.
Tome asesorías de matemáticas y física desde
2 semanas antes de los exámenes, llegó el día de los títulos los hice y se me
hicieron sencillos, cuando fui a ver mis resultados, estaba muy feliz al ver
que había sacado un 8 en matemáticas y un 7 en física, no tendría que hacer
cursos, ya podía salir de nuevo, estaba castigado hasta pasar las materias, ya
nada de problemas y así termino mi semestre.
Por García Ruano
Jorge Arturo
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